jueves, 10 de abril de 2008

Por eso no quería un cachorro...

La madre que lo parió.

Ahora mismo es la única frase que me viene a la cabeza.

La madre que lo parió.

Joooooodeeeeeeer, es que acabo de terminar de limpiar el comedor con agua y lejía porque al señorito (obviamente de quien me estaba acordando es de la madre de Hamlet) le ha dado por mearse tres veces, tres, en el comedor.

He bajado pasadas las 8:30 a sacarles para el primer pis, y al entrar me encuentro la cunita de Hamlet con una mancha enoooorme de pis. "Joder -me he dicho- ya se podría haber esperado un poquito, que ayer les saqué a las 10:30 de la noche y él se hizo su buena meada". Le he reñido de manera suave, "nooooo, esto no lo tienes que hacer, chico, el pis se hace fuera", y entonces veo que se va con la cabeza agachada y se pone al lado del sofá.

Desde donde yo estaba sólo le veía la cabeza, pero cuando llevaba varios segundos quietos en la misma posición me ha venido una idea a la cabeza que he rezado para que fuera mentira. "No, no, nonononono, verdad que no es cierto, Hamlet?".
Pues sí que era cierto: al asomarme por encima del sofá le veo con la patita levantada echando la meadita de turno justo en la esquina del chaisselongue del sofá. "¡¡¡Nooooooooooooooooooooooooo!!! ¡¡¡Eso noooooo, Hamleeeeeeeeet!!!". Al ir yo corriendo hacia allá, él ha parado la meada y ha salido corriendo, pero claro, una vez que empiezas a hacer pis ya es difícil parar. Así que mientras yo me estaba acordando de toda su familia perruna a voz en grito, le noto otra vez quieto parado en un mismo sitio, y al rodear el sofá le veo con las cuatro patas abiertas y meándose a lo bestia; al menos esta vez se meaba en el suelo.


Esta vez le ha dado igual que le gritara "No, no, no, no". Simplemente ha decidido que no podía parar y se ha quedado a gusto.
Él sabe perfectamente que ha hecho algo malo, porque me miraba con esa cara de culpabilidad que ponen. Pero imagino que no ha podido evitarlo.

Joder, llevaba 3 semanas sin mearse en casa, y ahora esto..... Y en cierto modo estoy tan cabreada porque en el fondo creo que la culpa ha sido mía; durante 3 semanas les he sacado al primer paseo entre las 7:30 y las 8:00, pero como veía que al bajar ellos seguían durmiendo, pues he ido retrasando el paseo, y los últimos días salíamos casi a las 8:30. Esta noche además he tenido dolor de cabeza, con lo cual he reoloneado más en la cama. Y la suma de todos los factores ha dado como resultado esta triple meada.

Total, que ahora tengo:

- la cunita secándose al sol; no sé si echarla a la lavadora, porque casi no cabe y le tendría que meter a presión, hecha un gurruñito (igual lo hago); le he echado desodorante de ese líquido para la ropa, pero imagino que el olor no se le va a ir, y no quiero que asocie ese olor con un sitio permitido para hacer pis.
- la esquina del sofá bien lavada con una bayeta y jabón, además de con un producto para la limpieza de tapicerías, y con un buen chorreón de desodorante textil. En un par de horas, si no está seco, le daré con el secador de pelo.
- el suelo fregado dos veces con lejía, para intentar que no se quede el olor.
- la tela con la que cubrimos el chaisselongue lavada y secándose, porque claro, la meada la ha recibido también ella.

Os juro que si me lo preguntaban ahora mismo, le ponía un lacito y lo devolvía a ANAA. Si ya les dije yo que no quería cachorros......

Y para colmo, no sé cuánto tiempo le va a durar al cabroncete su cunita del garaje, porque cada día se come un trozo distinto. Ayer estuve cosiendo el último bocado (literal) que le había dado a la colchoneta.

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