viernes, 26 de septiembre de 2008

La Bibi es mucha Bibi...

Hola amigos:

al teclado, Bibi. En efecto, parece que ya estoy recuperada de lo que fuera aquello que me dejó tan pachucha la semana pasada. Sé que habeis estado preocupados por mí, sobre todo mis mamis, que nunca me habían visto en el estado en que me pasé esos 3 días horribles. También mis tías humanas estaban preocupadillas por las noticias que les llegaban. Pero ahora estoy aquí para deciros que ¡¡la Bibi está de vuelta!!

He pasado muchas cosas en esta vida como para que una simple infección (o lo que sea) pueda dejarme hecha un trapito para siempre, así que aquí estoy de vuelta, aún con mi medicación diaria pero ya fuertota como siempre.

Tengo que darle también las gracias a mi hermanito por su preocupación; aunque a veces sea un cansino y se ponga entre mi mami y yo para llevarse caricias, debo reconocer que Hamlet me ha mimado mucho todos estos días, y me ha dado besitos y lametones cada vez que se paraba a mi lado. (Hamlet, no te emociones al leer esto, porque eso NO significa que te vaya a dejar acercarte a mi plato de comida...)

¡Ah!, una última cosilla antes de regresar a tomar el sol otro poquito: yo también tengo correo electrónico de ese, y si quereis me podeis escribir o preguntar lo que querais. Esta es mi dirección: yosoybibi@gmail.com

Pues nada más. Gracias por los besitos y achuchones que me habeis mandado mientras estaba pachucha, y que mi mami me ha dado de vuestra parte. Yo encantada...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

¡Buenas noticias!

¡¡Hooooola de nuevo!!

como ya os digo en el título, en casa tenemos buenas noticias: ¡mi hermanita ya se ha puesto buena! Las mamis están mucho más tranquilas porque ahora ya está otra vez hecha una brutita, jeje, no se pasa el día tumbada hecha un ovillo sino que otra vez juega, corre un poco de un lado a otro, y viene corriendo cuando nos llaman las mamis.

De todos modos, yo aún le noto algo raro, porque aunque ya come bien y sin hacerse la remolona, aún no come tan deprisa como antes... Yo sí que me como mi plato bien rápido, no sea que me lo quite; pero ella se lo toma con calma. Yo no sé si eso quiere decir que aún está algo pachucha...

Mis mamis siguen sin quitarle el ojo de encima, y ya las he oído decir algo sobre una próxima visita al veterinario para confirmar que está todo bien. Por si acaso yo también estaré pendiente de ella, porque ¿quién mejor que yo para saber si a la gorda le pasa algo o no?

Ellas creen que se ha puesto buena por las pastillas esas verdes que le están dando, pero yo sé que en realidad son mis besitos los que han hecho que se mejore. Que vosotros quizá no me creeis, pero la verdad es que los besos de perro son muuuuy buenos para la salud. Yo todos los días procuro darle a mis mamis su ración de besos, para que ahora que viene el frío no se constipen ni nada de eso (que luego a ver quién nos saca de paseo, si ellas están en la cama enfermas).

Como ahora soy yo el que decide lo que se escribe aquí, os diré que mis mamis están muy contentas conmigo porque hago SIEMPRE mis cacas fuera de casa: una en el paseo de la mañana y otra en el paseo de la tarde. Dicen que eso me lo he aprendido muy bien, no como mi hermana, que aunque salga varias veces al día la mayoría de veces se hace sus cositas en el patio... Luego claro, yo tengo que irlas esquivando cuando voy echándome carreras. Yo creo que lo hace para fastidiarme...

Ahora dicen mis mamis que tengo que aprender a cortar el chorrete del pipí antes de bajar la pata, porque muchas veces me pongo perdido... Y eso es verdad, no lo puedo negar; pero es que en los paseos hay tanto que ver y oler que antes de haber acabado mi pis ya quiero estar haciendo otra cosa... Será que soy demasiado nervioso, ¿no? Pero bueno, tampoco me lo tienen demasiado en cuenta; luego me pasan una toallita y me cepillan, ¡y como nuevo!

En fin, que os voy a dejar hasta otra vez. A ver si convenzo a la Bibi de que os cuente ella misma cómo está.

¡¡Muchos lametones a todos!!

viernes, 19 de septiembre de 2008

Mi hermanita está pachucha

¡Hola a todos!

vaya, parece que al fin lo he conseguido: ¡mi mami me ha dado permiso para escribir aquí todas las veces que quiera! ¡Genial! Con lo que me gusta a mí esto de contar las cositas que me van pasando...

Aunque lo que os tengo que contar hoy no me hace mucha ilusión, y es que la Bibi está un poco pachucha... No sabemos muy bien qué le pasa, sólo que desde ayer está como desganada y muy poco activa. A ver, la verdad es que ella es muy tranquilota, no como yo, que me paso el día correteando por el patio; pero está especialmente quieta. Ni siquiera mueve la colita cuando las mamis la llaman.

Lo que más les ha preocupado es que cuando le han puesto el plato de comida delante, en vez de lanzarse a por él, se lo ha quedado mirando como si no supiera si comérselo o qué. Yo me acerqué por si quería que le ayudara a comerse todo el pienso, pero la tía me pegaba un gruñido cada vez que yo miraba el plato, así que decidí dejarla a su bola y que se lo comiera cuando quisiera. Al final se comió el pienso, pero despacito, y como eso no es naaaaada normal en ella, las mamis creen que le pasa algo.

Así que esta tarde creo que la van a llevar al doctor, para que la mire a ver si sabe qué le puede pasar. Yo le pregunto: "¿Qué te pasa, hermanita?", pero como es tan callada pues no me dice nada. Y como las mamis no entienden nuestro idioma, pues tampoco se lo iba yo a poder explicar a ellas... De verdad, no sé cómo los humanos teneis tantos problemas en enterdernos, si nuestro lenguaje es la mar de sencillo...

Bueno, ya os contaré qué le dice el doctor a la gorda (huy, como sepa que la he llamado "gorda" me busco un problema, jejeje). De momento me vuelvo al patio con ella, a darle besitos, que seguro que la ayudan a animarse. Porque los besos de los perros curan muchas enfermedades, ¿no lo sabíais?

Lametones a todos.

PD: ¡ah!, que he convencido a mi mami para que me haga un correo electrónico de esos a mí; por lo visto me podeis escribir ahí y decirme lo que querais, y nadie más que yo lo puede ver. Así que ya sabeis, cualquier cosa que me querais decir en privado, me lo mandais aquí: yosoyhamlet@gmail.com

Cedo el testigo

He decidido que, en vista de lo poco que actualizo el blog, lo mejor es que me busque a alguien que pueda escribir en él más de lo que yo lo hago (cosa no muy difícil, porque al final entre una cosa y otra nunca saco tiempo para contar nada).

Obviamente, al final los elegidos han sido los nenes, porque quién mejor que ellos para contar cómo les va la vida. Bueno, por eso y porque ya sabeis lo pesadito que se puede poner Hamlet cuando quiere algo, y resulta que le ha gustado esto de la vida internetil...

A partir de ahora me limitaré a controlar lo que estos dos cuadrúpedos escriben por aquí, no sea que les dé por liar alguna gorda (capaces son...), y a escribir alguna cosilla de vez en cuando. La responsabilidad del blog es ahora de Bibi y Hamlet, que ya son mayorcitos y tienen que empezar a ganarse el pienso, jejeje.

Pues nada más, ha sido un placer compartir estas pequeñas historias con vosotros. Espero que sigais visitando esta página para saber qué tal le van las cosas a estos dos pillos...

viernes, 12 de septiembre de 2008

Hola, yo soy Bibi, LA Bibi

Mi hermano pequeño lleva toda la mañana dándome la tabarra diciendo que tenía que ponerme a escribir para presentarme en el blog... Las primeras 20 veces que me lo ha dicho, le he ignorado; al final, para que el enano este dejara de darme bocaditos en las canillas, he decidido escribir unas líneas y presentarme.

Como ya sabreis, me llamo Bibi. LA Bibi, porque como yo no hay otra. Soy una perra malota, ¿sabeis?... Sí sí, yo soy una tía dura que tiene las cosas muy claritas; aunque mis mamis digan que soy un cielo porque me pongo mimosa muy a menudo. Eso no significa que no sea dura, ¿eh?

No recuerdo mucho de cómo ha sido mi vida. Sólo sé que de repente aparecí en ANAA, con otros compis de jaula; llegué ahí procedente de otro albergue, donde se lo hice pasar un poco mal a la gente porque tardé tiempo en dejar de intentar morder a perros y personas. ¿Qué quereis?, ya os dije que soy una tía dura... Observad mi gesto...:



La vida en el albergue no estaba mal, en comparación con lo mal que lo he pasado; no recuerdo nada de esa otra vida, por suerte, pero sí conservo las sensaciones de que no es lo que un perro se merece. Imagino que fue en esas condiciones cuando me tuve que volver una tía dura para poder sobrevivir... Como os decía, en el albergue no se estaba mal, pero un buen día decidí que quería una familia para mí, porque a mí me gustan mucho los mimos y la única forma de tenerlos todos los días es estar con una familia.

Eso sí, una cosa tenía que quedar clara: en mi familia no podría haber seres de esos pequeños, que no hacen más que gritar, correr, hacer trastadas y tirarme de la cola (aunque yo no tengo casi cola). Creo que vosotros les llamais "niños"; yo les llamo "enanos infernales". Aclarado esto, empecé a observar a la gente y pronto encontré a dos personas que sabía que me podían dar todo lo que necesitaba; una vez elegidas, no dejé de mirarlas con esta dulce mirada que tengo cuando quiero, y las tuve en el bote enseguida.

Mi nueva vida empezó en febrero. Yo pensaba que iba a ser la reina de la casa, pero resultó que mis mamis querían dos perros, no uno, así que se vino conmigo mi compañero de jaula. El enano este que me da una guerra... Yo sé que él me quiere mucho, porque me da muchos besitos y lametones, sobre todo en las orejas, que a mí me da un gustirrinín tremendo; pero es que a veces es un cansino.... Y un cabezota. Una vez se empeñó en que cabíamos los dos en una sola cuna para echarnos la siesta; yo le decía que mejor cada uno en la suya (porque a mí me gusta dormir a pata suelta), y él venga a insistir en que mejor juntitos. Pues al final tuvo que ser juntitos:



Se nos ve apretados, ¿verdad? Pues eso es lo que yo decía. A mí en realidad me gusta dormir sola, en mi espacio, y si puede ser un ratito al sol y un ratito a la sombra. No me digais que no tengo estilazo para dormir....:


Mis mamis me dicen a veces que soy una bruta. Igual es verdad, pero eso es porque soy grandota, no porque quiera hacer daño ni nada de eso. Y soy también un poco impetuosa: cuando quiero una caricia, la quiero ya; mis mamis me intentan enseñar que eso no puede ser, pero yo me hago la loca y les empujo con la cabeza o les pongo la pata encima, para que sepan que estoy ahí. A cabezota no me gana nadie, jeje.

Les he dado algunos disgustos gordos, eso también debo decirlo. Me he escapado varias veces, para ver qué había al otro lado de la verja; me encanta hacer de exploradora, supongo que en mi vida anterior es lo que hacía. Ahora creo que esas aventuras se me han acabado, porque me han montado un andamio en la verja de casa, y no hay quien se lo salte. Aunque de vez en cuando me siento sobre el andamio a pensar en lo que puede haber al otro lado de la verja...:




No sé qué más deciros. Soy perra de pocos ladridos (no como el enano este, que le dan unas neuras tremendas y se pone a ladrar). Sinceramente, os diré que debajo de esta coraza de tía dura, soy una perra muy mimosa; me encanta que mi mami se tire conmigo en el suelo y me acaricie; que me rasque detrás de las orejitas; que me toque la barriguita; que me abrace;... Soy un peluche con un poco de mal genio.

Me encanta comer, de lo que sea y cuando sea. No sé por qué me racionan las chuches, si sé que no me van a sentar mal... ¡Pero si hasta he aprendido a esperar sentadita y quieta mi plato de comida! Vamos, es que soy una perra ideal...

Además, desde que estoy en esta casa he descubierto otra cosa que me gusta mucho (además de dormir, que eso ya lo sabeis): me gusta jugar. Eso debo reconocer que es mérito de mi hermano, Hamlet, porque yo le veía correr detrás de algunos objetos, jugar a dar tirones con las mamis, morderlo,... y yo no le veía la gracia. Luego un día me dio por probar, y la verdad es que ¡¡es divertido!! Ahora ya juego bastante, corro detrás de los juguetes, y lo que más me gusta es quitárselo a Hamlet cuando él está jugando; como yo soy más fuerte que él, gano siempre y él no se atreve a quitármelo, jejeje. Mirad qué hueso tan chulo tengo para jugar:



También hay cosas que no me gustan nada: las motos, las bicis, la gente corriendo, los niños (eso ya lo había dicho), los otros perros, y los gatos.... Los gatos.... ODIO A LOS GATOS. Yo intento acabar con ellos, pero no sé por qué mis mamis se empeñan en que los deje tranquilos; no me dejan ni perseguirlos ni comérmelos ni ná de ná. ¿Así cómo quieren que acabe con ellos?
Bueno, pues no se me ocurre nada más; yo ya he cumplido con lo que quería mi hermanito. Ahora me voy otra vez a echarme una siestecita y a esperar a que llegue mi mami del trabajo para salir a dar un paseo.

jueves, 11 de septiembre de 2008

¡Hola!, yo soy Hamlet

¿Qué tal todo? Me enteré el otro día de que mi mami humana tiene un blog donde cuenta cosas sobre mí y sobre mi hermanita. A mí esto me extrañaba mucho, porque nunca nos había preguntado si había algo que nosotros quisiéramos decir; así que cuando hoy se ha ido a trabajar he tomado prestado el ordenador y he visto que, en efecto, tiene un blog dedicado a nosotros. ¡¡Increíble!!, pero si ni siquiera nos ha pedido opinión.... Para solucionar esto, he decidido ser yo mismo quien me presente, porque así es como debería ser, ¿no?, jolín, ¡que yo soy el prota!

En fin, que como ya sabeis todos, me llamo Hamlet. Este nombre no me lo pusieron mis mamis, sino que es como me llamaron cuando llegué al albergue de ANAA; como ya me conocían por ese nombre, decidieron no cambiármelo, aunque a mí me hubiera gustado más que me rebautizaran con un nombre más fashion.... "Bond" hubiera estado bien....
Ahora dicen que fue un acierto no cambiármelo porque estoy tan locuelo como el "Hamlet" de no sé qué libro. Pues no sé por qué lo dicen, porque yo soy la mar de bonachón... Y además soy muy guapo, así que insisto: me podrían haber llamado "Bond", caray.
Soy todavía un jovenzuelo, ¡acabo de cumplir los dos añitos! Igual por eso soy un pelín inquieto y a veces pongo de los nervios a mis mamis.
Me vine a esta casa en febrero, y además me vine con la que era mi compi de jaula: Bibi. Mis mamis dicen a veces que soy un "daño colateral" de la adopción de Bibi, pero yo sé que en realidad las conquisté con esta mirada taaaan dulce que tengo, y con esta melenita rubia que me crece por la espalda. Mirad si no qué bellezón estoy hecho:


Soy irresistible, ¿eh? Pues eso, que me tuvieron que llevar, aunque disimulan diciendo que me tuve que venir porque era al único perro al que toleraba Bibi. Y es que mi hermanita tiene un carácter un poco complicado.... Pero yo la quiero mucho, porque aunque a veces es una gruñona conmigo sé que me defenderá si alguna vez lo necesito; y eso es que me quiere, ¿no?

Yo procuro no hacerla enfadar demasiado, pero a veces me pueden las ganas de jugar con ella y me acabo poniendo un poco pesado... Le muerdo las canillas para ver si juega a perseguirme, pero en vez de eso pasa olímpicamente de mí; bueno, si le muerdo mucho rato ya no me ignora, entonces me dice "ggggrrrrrrr....", que en vuestro idioma quiere decir: "quemedejesya,pesao!!".

Para que sepa que la quiero mucho (porque por algo es mi hermanita mayor) yo le doy muchos muchos besitos y lametones cada vez que la pillo distraída. Mirad qué besitos:


Ahora que no me oye, os diré que mi hermana es un poco brutota; yo soy mucho más estiloso en todo, y más delicado. Por no hablar de lo juguetón que soy. En cambio ella a veces parece un perro de escayola, porque duerme un montonazo y le cuesta mover el culito para ponerse a jugar... Y no veais cómo ronca, la tía. Aunque es verdad que yo también me pego unas siestas memorables, ¿eh?, sobre todo al solecito, que me gusta mucho, a ver si me pongo moreno. Luego me tengo que ir a la sombra, porque tengo demasiado calor....:


Dicen que me recogieron de un polígono, donde estaba vagabundeando. Yo no me acuerdo mucho de esa época, pero desde luego sé que nunca querría volver a una vida como esa... Por eso, cuando veía a mi hermana escaparse por debajo de la verja, yo me quedaba en casa, nervioso por si le pasaba algo. Sé que hay gente a la que no les gustan los animales, y que les tratan mal; en cambio, aquí en casa nos quieren, nos miman, nos dan de comer y de beber, nos protegen del frío y del calor, juegan con nosotros, nos llevan de paseo y a pasar el fin de semana por ahí...
Yo no quiero irme de aquí, así que ya se lo dije a Bibi: "tú vete si quieres, que yo prefiero quedarme". Y se fue, la tía.... Menos mal que se quedó cerca y la mami la pudo traer de vuelta. ¡Si es que a veces mi hermana parece un poquito dura de mollera!, y luego la fama de vividor la tengo yo; total, porque me gusta dormir despreocupado:

Lo que más me gusta en esta vida es que jueguen conmigo, que me den chuches, que me acaricien, mordisquear y comer todo lo que se me pone a tiro, y lamer a todo el que pillo por banda. Para esto último he descubierto que el verano es genial, porque puedo lamer hasta los dedos de los pies!! En cambio en invierno mis mamis se ponen un montón de ropa encima, y ya me quedo sin diversión; si tuvieran una melena rubia tan bonita como la mía no necesitarían tanta tela...

Bueno, amigos, pues nada más se me ocurre para contaros. Si teneis alguna duda, pues me la preguntais, a ver si así mi mami me deja el ordenador de vez en cuando... Para despedirme os dejo una foto que nos hicieron a mi hermana y a mí sin darnos cuenta, mientras nos echábamos la siestecita de la tarde; ¿a que hacemos buena pareja?





martes, 2 de septiembre de 2008

La fuga de Alcatraz

Mi casa no es Alcatraz, pero para el caso, como si lo fuera.... De repente Bibi puso el mismo empeño en escaparse de casa que un preso en fugarse de Alcatraz. Nosotras que levantamos un poco la altura de los muros pensando que quizá el problema estaría en que intentaran saltarlos, y resulta que la niña se escapaba..... pasando por debajo de la verja de los coches.

Bibi es una perra hermosota: pesa 37 kilos y ocupa bastante espacio. El hueco que queda entre el suelo y la parte baja de la verja es algo superior a un palmo. ¿Imposible huir? Pues no, se ve que la niña está emparentada con Houdini y aprendió a salir reptando. Seguro que durante días se pasó las horas delante de ese huequecillo pensando cómo podría escabullirse por ahí...

La primera tarde que llegué de trabajar y sólo se asomó Hamlet a saludarme, me quedé blanca. ¿Y la gorda?, ¿dónde estaba? De repente la oigo ladrar, me doy la vuelta y me la encuentro metida en el patio.... pero en el de uno de los chalets de enfrente. Afortunadamente no vive aún nadie ahí... La tía salió por el hueco de mi verja, entró al otro patio por su hueco correspondiente, y luego no sé si es que no supo salir sola o que la pillé aún descubriendo mundo. La tuve que sacar llamándola por debajo del hueco de la verja.

Al día siguiente puse un montón de piedras grandes bloqueando el hueco. Cuando volví del trabajo me encontré a Hamlet saludando inquieto.... y a Bibi metida en el contenedor de obras del chalet de al lado. ¿Cómo demonios ha salido?, pues nada, con su patita ha movido las piedras hasta que ha encontrado el hueco de nuevo...

Al otro día, antes de irme pongo un montoncito de baldosas de hormigón delante del hueco. "A ver si hay huev*** de moverlo....", me digo mientras miro a Bibi, que tiene una cara de no haber roto un plato en su vida. Regreso de trabajar, Hamlet me saluda y me falta algo.... ¿Bibi?, ¿¿Bibi?? ¡¿¿Bibi??! Y de repente, un ladrido: me doy la vuelta y la encuentro de nuevo en el patio de otro de los chalets vacíos. Ya no sé si es que está interesada en comprarse un chalet para ella, o qué.

Solución radical: me voy al IKEA y me compro dos tableros de mesa, que ato con cuerdas uno en cada hoja de la verja. Lo apuntalo todo con dos montones de baldosas de hormigón y dos montones de tejas que sobraron del tejado. En la zona central pongo una estantería alargada que al final no hemos colgado en el salón, y la relleno de piedras. Sobra una tabla por ahí: la pongo también; de algo servirá. Me planteo la posibilidad de cubrirlo todo con cemento, pero me contengo.

El resultado es este:


Sí, en efecto, puede dar un poco la sensación de "Diógenes way of life", pero qué quereis que os diga: la niña no se ha vuelto a escapar. Y eso que al principio de montar el parapeto la pillaba a menudo sentada enfrente, como si pensara: "vale, esta tía me ha montado todo esto, ¿de dónde saco un pico y una pala para empezar a cavar un túnel?".

Y no sé si será casualidad o no, pero desde entonces le ha cogido más afición a escarbar en la montaña de tierra que aún no hemos esparcido por el jardín... Vereis cuando descubra que está escarbando hacia adentro del jardín y no hacia la calle, jejejeje.