viernes, 11 de julio de 2008

La vida post-curso

Bueno, pues los nenes ya tienen su diploma que les acredita como perros educados en obediencia básica....; otra cosa es que pongan en práctica lo aprendido, claro, porque sin comida de por medio aún se hacen un poco los remolones. Pero todo se andará, ¿no es la esperanza lo último que se pierde?

Para Bibi nos han recomendado que, en lugar de evitar las situaciones en las que estaría rodeada de gente y perros, acudamos a ellas. De lo que se trata es de que se acostumbre a estar cerca de otros seres (humanos y animales) sin comérselos, no de evitarle esas situaciones porque entonces lo único que estaríamos haciendo es volverla más sensible y aumentar el problema.

En vista de esa recomendación hemos decidido intentar quedar con gente que tenga perros para salir a pasear al campo y que ella se vaya haciendo a la idea de que no puede ser la única perra sobre la faz de la tierra... Obviamente ella irá todo el rato con la correa y el bozal, pero al menos tendrá que compartir el espacio/tiempo con otros perros.

Hemos hablado con una chica que llevó al cursillo a su perra, una pastor alemán con la que Bibi no se lleva naaaaaada bien, y a ella también le interesa la idea, porque su perra también es un pelín asocial. Así que a ver si hacemos coincidir las agendas y vamos socializando a las fieras.

También he estado pensando en la posibilidad de apuntar a Hamlet a hacer agility. Creo que es un perro muy espabilado y muy rápido, además de obediente cuando quiere. Para él sería una forma estupenda de quemar energías, que de eso tiene y muchas. Aunque primero dejaré pasar el verano, a ver si conseguimos que sea más obediente de lo que es ahora.

¿Os imaginais que acaba siendo todo un campeón del agility?, jejejeje, me encantaría, un perrete mestizo y abandonado como él, que acabe siendo un "triunfador".

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