jueves, 31 de julio de 2008

Ya se huelen las vacaciones

En efecto, me quedan unos pocos de días de trabajo para cogerme mi deseada y esperada semanita de vacaciones, ¡al fin! Lo que me da más penita de estas vacaciones es que no nos vamos a llevar a los nenes al viaje...

Estaremos una semana en Asturias, con más gente; y puesto que queremos enseñarles un montón de sitios y llevarles a ver todo lo que se pueda, estuvimos pensando que no era un plan del que los peques fueran a disfrutar: no pueden entrar en la mayoría de sitios, y ¿qué íbamos a hacer?, ¿dejarles todo el día solos en la casa rural? No creo que les hiciera mucha gracia.

Además, siempre estaríamos pendientes de llegar a cierta hora a casa para darles de comer, sacarles a hacer sus cositas, etc etc. Y al final sería un estrés para todos.

Por tanto, Bibi y Hamlet se van a quedar esa semanita en una residencia, en concreto en ANAA, que como lo conocemos sabemos cómo les tratan, y la verdad es que así nos fiamos más que de dejarles en alguna otra que sólo conozcamos por los anuncios. Que nunca se sabe cómo van a tratar al final a los perretes en muchas de ellas.

Tengo un poco de complejo de culpa por dejarles, porque además yo siempre he pensado que si tienes perros lo más bonito es llevártelos contigo a conocer otros montes, otras playas, otras tierras. Pero luego te encuentras con que aún pocos sitios aceptan perros, y los que los aceptan muchas veces te ponen un límite de tamaño (que los míos sobrepasan con creces) y te da una rabia tremenda.

Me gustaría poder más adelante tener un fin de semana para irnos a Soria los 4 (humanos y perrunos), a patearnos el Cañón del Río Lobos. Seguro que Bibi y Hamlet se lo pasan pipa, olisqueando sin parar y ladrando a las vacas que nos crucemos por el camino.

Habrá que irles preparando la maletita para llevársela a la residencia...

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